Opinión: El oculto resplandor de Billie.




Billie Eilish (2001-...) cantante estadounidense, comienza su carrera en 2015 y a la fecha, acumula éxito y fama por igual por donde pasa: tan solo en 4 años, iniciando con el sencillo "Ocean Eyes" y pasando por una corta pero meteórica carrera, suficientemente impresionante como para recibir en 2019, 4 premios Grammy, y ser la "Mujer del Año" por la American Music Awards.


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Hasta aquí, normal y muy sucinta introducción a ella, un "diamante en bruto", como se dijera en la película infantil... pero saliendo de la normalidad, veamos de que se trata toda esta cuestión:

Billie Eilish Pirate Baird O´Connell (tal es su nombre) es apenas una niña -enfatizando la edad que tiene, ¡19!- que tiene sin dudarlo, un próspero porvenir... si mantiene esa curiosa y peculiar forma de expresar su arte, no cae en las oscuras regiones de la mente humana y de los peligros que acechan la vida del artista... (demasiado ¿no? Pero, cierto).

Mucho y muy grande es el desafío que le espera a esta norteamericana de descendencia irlando-escocesa: primero, porque la temática de sus canciones son "vivencias personales y de su hermano" al 50%... esto es mitad real, mitad ficción.

Devoción, oscuridad y ese condimento extra: "gore", seria la palabra anglosajona...

Una de las facetas particulares (por no decir sensacionalistas) de su talento, es que apela demasiado a la escabrosidad en sus videos, lo cual contrasta demasiado con su cara angelical: no es por categorizarla, ni mucho menos querer encasillar a la señorita Pirate (recuerde... su nombre) en un género particular.

¡Es que es muy pronto! Todavía tiene toooooooooooodo un camino por transitar...

Así las cosas, definiendo su estilo como pop, en todas sus subclases y especies, exhibe su instrumento enmascarado en música sombría, que apela al elemento electrónico, con golpe marcado de bajos, melodías sencillas harto pegadizas quizás (ejemplo: Bad Guy), pero lo que se destaca como dijimos, es la explicitud de las imágenes que acompañan a la lírica de sus canciones, por momento podría decirse algo "violentas" (pero muy efectivas). Y no es que tengamos algo contra ella, ¡para nada! Lo que al decir del querido personaje de Chespirito... "Me da cosa!"...

(Encontraran suficiente explicación al ver los videos en Youtube).

Lo que nos asalta a la mente al verlos, es la eterna y concretica pregunta: ¿por que? Sencillo: Porque puede hacerlo. Porque el arte es solo el concepto que la mano creadora exhibe al público. Seria harto necio descalificarla como la verdadera artista que es. Pero, de allí a adorar sin motivo aparente solo por lo que nos ofrece, no.

Es por eso que creemos firmemente que esta niña, tiene un talento oculto.

No porque no lo quiera mostrar, a la legua se le ve que es valiosísimo: conjuntamente con la curiosa percepción que tiene de las cosas: hace poco se ha abierto al ojo público y dijo, entre otras cosas, estar "atrapada en el personaje que creo", se confeso victima del Mal de Tourette (ese que Bartolomeo J. inmortalizo incorrectamente) el cual controla cuanto puede; ser fanática de Justin Bieber (?), estar quizás un tanto deprimida en ocasiones (no! en serio?), y haber querido quitarse la vida por el impacto de los 150 caracteres del pequeño pajarillo azul en 2018 (ejem).

Todas las letras  de sus canciones son de pluma propia junto a su hermano Finneas O'Connell, fiel escudero en toda esta batalla cruenta que supone al artista frente a esos monstruosos molinos, a veces identificados en su propia sombra, otras veces en el público.

Ese mismo público, que hoy la ensalza y la idolatra... el mismo que con el paso del tiempo, puede caer en el desencanto y la decepción. Y entonces, el dilema en el cual se encuentra todo artista: ser fiel a su esencia y seguir como venía, o dar un giro de 180 grados, en dirección opuesta y tentar a la fortuna para continuar en la ganchera del éxito. 

Sea cual sea el o los motivos que aquejen su joven alma, este 2020 la encuentra encumbrada para prestar la voz a la franquicia del 007, en su entrega numero 25, con el tema oficial de la Película "No Time To Die"

Y para despedirnos, finalmente, es interesantísimo el corto que ha publicado en la red bajo el titulo "Not my responsability": donde el arte del monólogo, el soliloquio shakespereano y la retórica, se fusionan en una minimalista forma de presentación. Una declaración honda y concienzuda sobre el aspecto físico y otros aspectos también (tristemente) relevantes al momento de identificar una estrella del pop... quizás ese sea el desafío de su talento, y la osadía de convertir su música en una protesta inusual, sin dejar de ser legítima. 

Un extracto del final del corto, fiel exponente de su transgresor talento:

Hacemos suposiciones 
sobre las personas basadas en sus proporciones
Decidimos quiénes son
Decidimos lo que valen
Si me pongo más 
si me pongo menos
¿Quién decide qué me hace eso?
¿Qué significa eso?
¿Mi valor se basa solo en tu percepción?
o es tu opinión de mí...
No es mi responsabilidad.


L-R
   


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